El papel crispa, los débiles 40 gramos por metro cuadrado se arrugan fácilmente. Voltea la página, junta el acordeón y lo dobla a la mitad. No hay nada más relajante que el sonido del periódico al ser leído, al voltear las páginas. Barrió velozmente la sección de política, llena de vocablos rebuscados que han ido perdiendo significado: “Cerrar filas”, “rechazo enérgico”, “desarrollo sustentable”, y muchos más. Pasó a la sección de deportes para revisar los resultados de las ligas de fútbol.
La sección de historietas la guarda para el final, sus colores a veces pálidos, a veces chillones fungen de postre para su vista que ya no aguanta tanto, que se ha acostumbrado a diferenciar únicamente entre blanco y negro.
Ahora está estudiando a detalle la sección de los anuncios clasificados. Se tata del momento más esperado desde que recibió el diario al pie de su puerta. Hace sonar el papel prensa para aumentar su emoción.
Deja de lado los anuncios más caros, los de primera plana que incluyen foto: automóviles, casas, de vez en cuando un bote o una motocicleta.
De la tercera página para adelante de esa sección está lo interesante. Las personas buscan o venden, pero también dejan entrever un poco de su persona. Lo más emotivo es leer los anuncios de contactos, por eso mismo siempre los deja hasta el final. Está que no puede de emoción, de percibir, ahí en su vieja sala y en su vieja silla, un poco de aquellas vidas que incluyen algo de sí en la edición del periódico de hoy.
"¿Aprecia usted el entretenimiento sano para niños? Payaso Rouso para toda ocasión con trucos clásicos y entretenidos para fiestas de pequeñines. Una leyenda de las fiestas infantiles. Incluye perros amaestrados. Llame hoy, precio económico."
"Por cuestiones de salud se regalan dos perros cocker spaniel de 10 y 12 años. Necesitan un hogar cariñoso y comprensivo. De preferencia no niños. Primero conocer en persona. Llame."
"Se busca niño/a, muchacho/a para ayudar a señora mayor a hacer las compras. No tengo mucho dinero pero te puedo hacer ricas comidas. Zona Progreso."
La ciudad ha envejecido, piensa, tres de tres anuncios han sido de gente vieja. ¿Quizá por eso lee el periódico?, ¿para no sentirse solo? Su ciudad, su barrio en el ocaso. ¿En qué momento pasó?, ¿dónde andan los jóvenes?
"Banda para eventos, música variada, danzón, boleros y ricos mambos. También tenemos marimba.
Banda “La luz del norte” Llame."
"Soy hombre interesante de 60, arquitecto pensionado, viudo, te busco a ti, mujer 45-65, que tengas interés en pláticas interesantes a la luz de las velas con vino y linda música para bailar."
"Linda chica europea hace todo lo que quieras, masajes sensuales. Soy nueva. Enséñame lo interesante de la ciudad y yo te volveré loco. Sandy. Llámame."
Ese es uno de los anuncios que él dice que no pero que siempre busca. Apunta el número para llamarle en la noche a Sandy. No querrá un masaje, ni que lo vuelvan loco, él la volverá loca a ella con sus historias de antaño de cuando la ciudad progresaba. Deja de lado la sección de clasificados para entretenerse con las aventuras de mafalda, calvin y hobbes, olaf el amargado y los demás.
Por eso no vio el anuncio a cuatro columnas al final de la página:
"Siguiendo las demandas de los usuarios que cada vez se deciden más por los nuevos medios, el periódico “El porvenir” ofrecerá a partir de mañana anuncios clasificados únicamente en internet."