Sentado frente a la televisión, envuelto en una cobija sobre ese sofá. Alrededor de él se encuentra una gran cantidad de pañuelos desechables usados. Tiene los ojos llorosos y su cuerpo tiembla, mientras intenta cubrirse y calentarse más con esa cobija. “Esto te pasa por pendejo, ¿quién te manda?”
¿Es pura casualidad que esto le suceda ahora que los días son mas cortos, que la vegetación de los árboles muere?
Las aves van al sur, los roedores bajo la tierra, él a ningún lado. Se quedará ahí sentado, tembloroso, utilizando uno y otro pañuelo esperando que se calme su pesar. “Que iluso eres, pensando que no iba a pasar nada, es hora de que aprendas que las acciones tienen consecuencias.”
La naturaleza comienza a mostrar su vulnerabilidad al igual que él.
Mientras ese viento otoñal barre las hojas de los árboles, él toma una decisión radical.
“Es la última vez que lo hago, la última. No vuelvo a bailar bajo la lluvia.”
Mientras espera que la fiebre baje.