30.9.10

Pequeña confesión

“Aquel que construye la casa de la felicidad futura, edifica la cárcel del presente.”
Esa cita la leí por primera vez cuando tenía dieciocho o diecinueve años. Estaba leyendo El laberinto de la soledad de Octavio Paz y en Postadata descubrí esa frase que me marcó en cierta forma. En ella se lee entre líneas que uno debe de vivir el momento presente a plenitud y debe de disfrutarlo de forma consciente. También significa que uno debe de empezar a labrar su camino desde hoy mismo y no esperarse para mañana, ya que si uno se empeña en concentrarse en lo que hará en un futuro, su presente será miserable, porque uno tiene que entender que el futuro nunca llega y si es que llega uno no se da cuenta de ello. Durante mucho tiempo pensaba que tenía que aplicar esa frase como modo de vida. Sin embargo cierto tiempo después, sentía que únicamente utilizaba esa cita como estandarte (hasta la usaba como firma en mis correos electrónicos), pero que en verdad esperaba la llegada de un futuro mejor, donde de una u otra forma pudiera explotar mis capacidades como persona, incluyendo mi capacidad de ser feliz y ser consciente de ello.

Todos son procesos, un paso tras otro paso. Si uno se acelera mucho puede acabar en el suelo. El tiempo ha pasado y por una razón u otra ya no aparece la cita cuando mando mis correos. Pero por ningún motivo la he olvidado.
Hoy por hoy después de logros y descalabros, después de mucho avanzar y madurar, tengo la certeza de que el futuro que en algún momento esperé, está aquí.
Y por lo tanto, la cita que habla de disfrutar el presente, la puedo aplicar al pie de la letra.

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