10.10.10

10.10.10 La profecía

Diez diez diez, es la profecía hecha realidad. Los números no se volverán a repetir hasta dentro de cien años, contándolos desde ahora. Da escalofríos ¿verdad? Hay muchas personas a las que no les gustaría que la gente se entere de la verdad detrás de esta fecha. Y harán todo para evitar que la gente se entere de esta verdad. Es más, al comunicárselo me estoy poniendo en peligro, estoy arriesgando mi vida. Pero no importa, la gente me lo agradecerá, pasaré a la historia como el que le destapó los ojos al mundo y lo sacó de su engaño. ¿No lo cree? Mire a su alrededor, estamos al borde del caos, del precipicio. Tanta pobreza, tanta miseria, tanto pecado.
Señor, señora ¡no hay más ciego que el que no quiere ver! ¡Mire, le suplico mire a su alrededor! Ya no hay valores en esta sociedad, los poderosos nos tienen adiestrados, desde hace siglos la cúpula del poder nos tiene esclavizados y nos ordeña toda nuestra energía. ¡Sí, así es, aunque usted no lo crea joven! Nosotros alimentamos a los poderosos con nuestra energía, yo, usted, su noviecita. ¡Hasta le roban la energía a nuestros hijos! Hágame usted el favor, estos señores no respetan nada, ni a los pequeñitos. Que ellos pues qué culpa tienen ¿verdad? ¿ellos qué saben? Si ellos son el futuro, son la inocencia en persona y estos desdichados, por no decirles cosas peores ¿verdad?, estos desdichados se aprovechan de la inocencia pura de los pequeñines. Por ejemplo esta niñita aquí enfrente mío, mírenla, inocente, comiendo la nieve de limón que le compraron sus padres, sus padres que trabajan tan duro para que su hija sea feliz y los que están escondidos en las mansiones, en los edificios tan altos y modernos se aprovechan de ellos. ¡Y no solo de ellos, sino de todos nosotros! ¿Sabían ustedes que no es que no haya comida sino que está mal repartida? La comida en este planeta sobra señores, entonces, me preguntó yo ¿por qué hay tanta gente que pasa hambre? Porque a esos señores sentados en sus sillones enormes con su traje de marca les conviene mantenernos en la miseria. ¿Sabían ustedes que la mitad del sueldo de nuestro trabajo va a parar a los bolsillos de esos tales por cuales? ¿No lo cree señora? Pues créalo, estudios de universidades de gran renombre lo demuestran. Ahora, yo sé, han de estar pensando “si lo que este señor dice es cierto, entonces por qué no me he enterado. Si yo soy una persona culta, informada, que lee los periódicos y ve las noticias.” Pues por una muy sencilla razón, señor, señora, porque eso nunca va a aparecer en las noticias ni en los periódicos, no les conviene a esos señores que ustedes y yo nos enteremos de la verdad. Es por eso que en este momento mi vida está en peligro, es por eso que yo sé que nos están observando. Ustedes no tienen de que preocuparse, me andan buscando a mí y ¿saben ustedes por qué andan detrás mío? ¿Lo sabe usted joven? ¿No, no lo sabe? ¿Usted señora? Tampoco. Pues por una muy sencilla razón, porque yo conozco la verdad y lo más importante, conozco la solución a nuestro problema.

Yo viví mucho tiempo en la selva y en el desierto, aprendí de los sabios, me costó encontrarlos, pero los encontré y les convencí de que me enseñaran su sabiduría y tanto los sabios huicholes como los mayas dicen: “diez diez diez es la puerta a una nueva era, a una nueva época”. Así es señora, tiene usted razón para alegrarse, todos tenemos hoy una razón para alegrarnos, el día de hoy es la puerta a una mejor vida, a un mejor futuro. A partir de hoy ya no nos van a poder mangonear. Esos poderosos van a perder el poder que tienen, toda la energía va a ser únicamente nuestra.
Perdón, ¿cómo dice señora? ¿el dos mil doce? Sí, sí. Muy buena pregunta señora, de lo que ya muchos hablan desde hace años, que el dos mil doce es el fin del mundo. Muchos están convencidos de ello, mucho se ha hablado y escrito al respecto, a todos ellos que lo creen yo les digo: ¡No es cierto! ¡Eso no va a pasar! Yo estudié con los chamanes de la selva lacandona y de la sierra tarahumara y todos dicen que eso es mentira. El mundo aún no se va a acabar. Lo que si es cierto es que ese año va a haber un cambio en este mundo. Un cambio para bien o para mal, eso lo decidirá cada quien para si mismo. Pero con la profecía del diez diez diez podemos adelantar ese cambio, el día de hoy podemos cruzar ese umbral que cambiará toda nuestra vida, tanto en lo económico, como en el amor y en la salud. A los que no me creen les digo, no se sorprendan si a partir del día de mañana a su vecino le va mejor que a usted, si encuentra el amor, le va bien con el dinero y es feliz.
¡Él se atrevió a cruzar el umbral y usted no!
Ahora ustedes se preguntarán “todo esto se escucha muy bien y quiero cruzar el umbral hoy ¿cómo lo hago?” Pues es muy sencillo, yo seré su guía, necesitaré su nombre y el de sus seres queridos escrito por su puño y letra en una hoja de papel blanco doblada en cuatro, mas la módica suma de cincuenta pesitos por persona. No vayan a creer que les quiero sacar provecho, se trata únicamente de que tengo que comprar tres rosas blancas, incienso de anís y un cirio por persona. Con estos materiales, se los pueden ir dando a mi asistenta por favor, me voy a encontrar con un grupo de brujos con los cuales llevaremos a cabo la ceremonia de transición para todos ustedes. Entonces no lo piense más, el día para vivir mejor y ser feliz ha llegado. No nos dejaremos mangonear más por los poderosos. Gracias, gracias señito, gracias joven, gracias. Mañana cuando nos veamos de nuevo, seremos mejores personas, aprovechemos el poder que nos da la profecía del diez diez diez.

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