11.12.12

Mehr Licht!


¿Por qué conforme pasan los años se va atenuando la luz? El brillo de los colores se comienza a apaciguar, la nebulosa madurez se comienza a expandir por medio del ser. No por nada se cuenta que las últimas palabras de Goethe fueron “Mehr Licht!” ¡Más luz! 
Y es que desde un principio el farol de nuestra mirada se comenzará a apagar, con unos sucede más rápido que con otros. Pero con cada año la alegría se va reduciendo, y no es para menos, se espera de nosotros que seamos personajes responsables, de bien, exitosos, no algunos aventureros que cuando están entretenidos estallen en carcajadas. Eso no se  corresponde, esos comportamientos son para los niños y adolescentes rebeldes. Tú te tienes que cuadrar. Déjate de babosadas, de niñerías, déjate de chingaderas.
En algún momento uno pensará más en el costo que en el valor. Uno no disfrutará del paisaje, sino que planeará lo que habrá de hacer después o se arrepentirá por lo que no hizo antes de ese instante. La paleta de colores se comienza a reducir y con ella las cosas que provocan alegrías. Cuánto llamaba la atención cualquier objeto multicolor en aquel entonces. Hablo de aquellos tiempos añejos, que hace un par de años aún no me lo parecían tanto, hablo de la infancia. Aquellos brillantes y entretenidos tiempos. Ahora me temo que en cualquier momento salga alguno de esos vendedores por detrás de la cortina o me hable en la calle y al escucharlo empiece a titiritar de frío. 
Tal vez ya cerré un contrato con uno de ellos y ni me he dado cuenta. Hablo de los hombres grises, aquellos vendedores que Michael Ende nos presentara en Momo. Aquellos que se quieren quedar con nuestro tiempo. 
Creo, la verdad, que todos llevamos uno dentro, el cual también nos convence de ahorrar en los colores. Uno que nos truena los dedos para decir “ey, tú, la mirada aquí, delante tuyo, ignora los sentidos, utiliza la razón, gana más y gasta menos, ¿quieres alegría? Cómprate algo, mientras más caro más alegre estarás. Aunque estés saludable, regresarás a casa insatisfecho, ¿por qué? Porque quieres más, siempre más.” Y más has de olvidar los colores, los sonidos, los sentidos, la luz.
Tu existencia se irá ensombreciendo, la luz del farol se atenúa y tú ni te das cuentas, la olvidarás.
Probablemente a una edad avanzada, agonizante, puede ser, puede que recuerdes las percepciones más intensas que tuviste, las de la infancia, las que fuiste dejando de lado sin darte cuenta. Y puede ser, puede que en un último grito, las exijas de vuelta: Mehr Licht!