19.3.14

Terrateniente


Ahora tiene muchos amigos. Está solo en su habitación, como siempre. Pero ahora tiene muchos amigos. Nunca los ha conocido, y es de dudar que los vaya a conocer. ¡Pero tiene muchos amigos! En su pantalla aparece un número que va en aumento. Ya llegó hace tiempo a las tres cifras, y espera que pronto alcance los cuatro dígitos. Son más a cada hora. Se intercambian favores. Ese es el propósito de estas amistades, no hay nada gratis. Si tú me haces un favor yo te lo devuelvo. En seguida. Pero de a gratis nada, así no funcionan estas amistades. Si te guardas tus premios, tus regalías, o tus bonos o como quieras llamarle, bien por ti. Pero entonces no me sirves.

Está dispuesto a sacrificar su tiempo con tal de ayudar a sus amigos, si es necesario estará veinte minutos más ocupándose de las necesidades de sus amigos. Echándoles la mano, si les hace falta dinero o comida, puntos extra, lo que sea. Los veinte minutos se convertirán en algún momento en una hora. 
Ya ha alcanzado los cuatro dígitos. De la nada personas lo han comenzado a buscar, se comunican con él, le piden favores. Son cada vez más, él les dice que nada es gratis, que esos favores en algún momento deberán ser devueltos. Efectivamente muchos de aquellos que pidieron su ayuda le devuelven el favor. 
Se cree un benefactor. Le gusta imaginarse que con los “obsequios” que les hace a sus amigos está dándoles beneficios.

Su madre lo llama a comer, apenas ha regresado de la escuela y se ha sentado frente a la computadora. Tenía que revisar los avances que ha habido. ¿Quién me está pidiendo algo? ¿quién devolvió algún favor? Nadie.
La madre lo llama de nuevo: Ya deja esa computadora y vente a comer, que se va a enfriar. 
¡Ahorita!, responde, y nada más.
¿Qué carajos está pasando? Se pregunta, ¿por qué nadie ha dejado algo? Pinche bola de mugrosos malagradecidos. Me la van a pagar cabrones. Escribe: 

¿Qué pedo con ustedes bola de malagradecidos? ¿Creen que el apoyo que les di fue de a gratis? Van a ver culeros, me voy a encargar de que sus ranchos ardan y que pierdan todo lo que tienen. Voy a matar a sus animales uno a uno y me voy a adueñar de sus cosechas pinches perros mugrosos.
Recuerden nada es de a gratis.
Atte.  Santiago “el pollo” 


Horas antes había aparecido una notificación en Facebook. Por una causa ajena a nosotros la aplicación Farmville está experimentando problemas y se encuentra fuera de servicio.